14.6.18

El anarquismo no es una idea "congelada"


Comienzo pues a irme hacia el movimiento anti-nuclear, dejando el movimiento sindical que desde un punto de vista revolucionario, está actualmente completamente moribundo, y desde siempre he estado interesado por todo lo que concierne a la ecologia. Comienzo igualmente a examinar el papel de la jerarquía, y no solamente la de clases, ya que estoy convencido de que la revolución debe igualmente hacerse en la cocina, la cama, en el seno mismo de la sensibilidad individual, y no solamente en las fábricas.

[...]

Si mis cincuenta años de vida me han enseñado alguna cosa, es primero, que el mundo ha cambiado profundamente desde la época histórica del movimiento obrero; segundo, que el anarquismo no es solamente un cuerpo de ideas, una ideologia "congelada" definida una vez por todas por sus dichos "fundadores", sino ante todo un movimiento social que tiene su vida en la acción real de las gentes; y, en fin, que debemos buscar las raíces del anarquismo en las tradiciones específicas de cada pueblo, y no en las ideas inventadas en las academias e impuetas por los lastres de culturas completamente diferentes o por situaciones sociales ajenas. Esta sensibilidad en vez de lo único, la variedad y la diversidad es, a mi modo de ver, la forma de internacionalismo revolucionario más elevada, porque ella permite la creatividad cultural, social e histórica, y no deja lugar a la homogeneidad y la uniformidad totalitaria.

Murray Bookchin