17.5.18

política frente a arte de gobernar


[...]


Lejos de expressar los deseos de los ciudadanos, los partidos funcionan precisamente para contenerlos, para controlarlos y manipularlos, para evitar que desarrollen uma voluntad independiente. 

Llamar a esto sistema “político” es um grave error. Debería ser llamado más propriamente “arte de governar”. Profesionalizados, manipuladores e inmorales, estos sistemas de elites y masas simulan la democracia, burlándose de los ideales democráticos a los que unicamente declaran fidelidade en los periódicos llamamientos al “electorado”. Lejos de dar poder a la gente como ciudadanos, el arte de governar implica la abdicación general del poder de los ciudadanos. Los reduce a “contribuyentes” y electores y votantes, como si fueran demasiado jóvenes o demasiado incompetentes para dirigir por sí mismos los assuntos públicos. Se espera que cumplan sus funciones de forma meramente passiva y que dejen a las elites el cuidado de sus interesses principales. Tienen que participar em “política” principalmente em los días de elecciones, cuando la participación legitima el próprio sistema – y cuando hay que pagar impuestos, por supuesto, momento en que lo financian. El resto del año, los dueños del arte de governar preferirían que la gente se cuidara de sus assuntos particulares y desatendiera las actividades de los “políticos”. Em realidade, si la gente se desprendiera de su passividade y empezara a tomar un interés activo por la vida política, podría crear problemas al Estado, llamando la atención sobre las discrepâncias entre la realidade social y la retórica que aquél encarna. 

Janet B.
Trad.: Virus