Buenos Aires Hora Cero
Maneras de luchar
Que no me digan
que escriben simplemente,
que dicen el poema
sin pensarlo siquiera.
Que él nace sin más ni más.
Es un arduo trabajo,
un oficio de herreros, un quehacer proletario,
un cansancio que seguirá mañana.
Que no me digan
que se hacen poemas sin sudores,
sin una larga y violenta jornada de trabajo.
Tengo las manos como las de un labrador,
duras, gastadas, llenas de poemas.
Rubén Vela | 1969